La Psicología Moderna de Pávlov.
La psicología moderna es responsable de recopilar datos sobre la experiencia y el comportamiento humano, organizar estos hechos de manera sistemática y desarrollar teorías para comprenderlos. Su investigación puede explicar el comportamiento e incluso predecir el futuro en algunos casos. La psicología moderna representa el progreso sistemático de los intentos humanos por entender y comprender como y de que forma funciona nuestro cerebro y mente, la razón de que cada uno de nosotros sea como es. Somos tan parecidos y a la vez tan diferentes. Dependiendo el individuo y lo vivido de cada uno será la reacción ante alguna situación.
El método de Iván Pávlov es el reflejo condicionado y explica como podemos asociar las cosas de forma que, un simple recuerdo, traiga varios estímulos a la vez de forma inmediata y sin falla alguna al proceso conocido.
Pávlov realizó un experimento que consistía en que cada vez que debía dar de comer a un perro se debía hacer sonar una campana, después de varias ocasiones, por la simple razón de Pávlov hacer sonar la campana, el perro empezaba a salivar por la asociación mental de que luego de la campana, vendría la comida.
Los seres humanos no somos distintos, constantemente asociamos situaciones que nos generan reacciones o estímulos, el olor de un perfume, un sonido, una palabra, un gesto y de esta forma existen un montón de situaciones o cosas que dan a demostrar la veracidad del reflejo condicionado de Pávlov.
Pero ¿Por qué sucede esto?, mi teoría es que el cerebro necesita asociar cosas, lugares, personas, ideas y otras cosas para facilitar el almacenamiento de memorias, también, es una forma de darle inicio y fin a las cosas para que en nuestra cabeza estas tengan un sentido, un orden lógico a seguir.
¿Se puede descartar el reflejo condicionado en alguien?, pienso que sí, pero tal vez no por completo, luego de un buen tiempo alejado de algún estímulo, podemos olvidar la sensación de este y aunque tal vez quede un pequeño rastro de memoria, nada se siente igual. En ocasiones, sabemos que un estímulo nos dará un recuerdo, pero este se queda atrapado y sentimos que debemos recordar algo y no pasa, de aquí proviene la frase:
¡Lo tengo en la punta de la lengua!