De los tres antes mencionados, me inclino por la teoría de Hall acerca de la recapitulación, esta teoría consiste en que cualquier cambio experimentado por las personas a lo largo de sus vidas es igual a los cambios que acontecieron en la evolución de nuestra especie. La parte interesante es como podemos imaginar y plantear que de alguna forma física o química existe una relación entre una cosa y la otra.
Conceptualmente, la contribución más famosa de Hall es la teoría de la recapitulación, dicha teoría establece que el desarrollo ontogenético recuerda al filogenético. Esto significa que los cambios que experimentan las personas a lo largo del ciclo de vida son equivalentes a los cambios que se han producido en la evolución de la especie humana. Según Stanley, los humanos apenas se diferencian de otros animales en los primeros años de vida, pero después de la edad adulta (y con la ayuda de la educación) los humanos han alcanzado todo el potencial cognitivo que la especie tiene para brindar, y esto está directamente relacionado con el razonamiento correcto.
Stanley Hall describió las diferentes características del desarrollo en las primeras etapas de la vida, y estas características fueron el centro de su atención. Hall también definió que la etapa de vida del ser humano contemplada entre los 12 y los 25 años pertenece a una etapa prehistórica de turbulencia y transición.
Para este caballero la adolescencia esta marcada como algo dulce en ocasiones, en otras, muy cruel, entusiasta o apático. En la adolescencia se trata de encontrar un mentor y a la vez se repele toda autoridad, pero en la etapa final de la adolescencia se recapitula el comienzo de civilización moderna, y es en ese punto donde termina este proceso evolutivo, al llegar a la madurez.
Desde la teoría podemos inferir, que el desarrollo de la especie humana abarca patrones de comportamientos que no son posibles de evitar, estos no cambian o se modifican, son universales y no tienen dependencia de sociedad o cultura alguna en ningún sentido.
